La pastelería erótica de Quilmes que causa revuelo con sus llamativos waffles

En la calle Lavalle al 484, en pleno centro de Quilmes, hay una cafetería que causa revuelo con sus particulares waffles. Son toda una experiencia: algunos los piden con pudor y otros se animan y se acercan con diversión. Se trata de pastelería erótica, que cada vez gana más clientes.

Sociedad 18/06/2022
La pastelería erótica de Quilmes que causa revuelo con sus llamativos waffles
La pastelería erótica de Quilmes que causa revuelo con sus llamativos waffles

En la calle Lavalle al 484, en pleno centro de Quilmes, hay una cafetería que causa revuelo con sus particulares waffles. Son toda una experiencia: algunos los piden con pudor y otros se animan y se acercan con diversión. Se trata de pastelería erótica, que cada vez gana más clientes.

El emprendimiento surgió como muchos otros: tres amigos decidieron unirse para poner un negocio. "La idea del emprendimiento surgió una tarde, donde nos encontrábamos merendando. Estábamos viendo vídeos que nos aparecieron sobre pastelería erótica. Lo vimos como algo innovador y no visto en la zona, hasta que uno de nosotros dijo: y si abrimos un mini café. Somos tres amigos, estudiantes universitarios y teníamos nuestros ahorros de antiguos trabajos, así que nos pusimos manos a la obra", le dijeron a El Bonaerense.

Y agregaron: "La intención que tenemos es innovar, divertirnos y trabajar de algo que nos guste, teniendo como objetivo nuestras metas personales, como el sustento académico". Así, decidieron darle una forma diferente a los waffles para convertirlos en el producto que distingue al local: simulan ser un miembro masculino.

"No vimos en una plataforma de vídeos donde mostraban como decoraban los waffles en un local de España y nos encantó. Desde que publicamos por primera vez en Instagram, anunciando que íbamos a tener a nuestro famoso soldadito, la gente lo recibió de buena manera y con ansias para poder probarlo", comentaron en la entrevista.

Y detallaron: "Al momento de hacer nuestros waffles no sabíamos que nombre ponerle. No queríamos que suene vulgar, pero si que sea divertido y fácil de pedir. La gente al principio podía llegar a inhibirse por la forma, por lo cual le pusimos soldadito para que les sea más leve y práctico".

La respuesta del público a la promoción de estos waffles es diversa. Mencionaron que fue positiva en las redes sociales pero que también encontraron rechazo. "Los motiva la curiosidad, al principio con desconfianza pero al ser algo novedoso y tabú, se animan a comprar uno. Los más pudorosos son los adolescentes y en la gente mayor. Justamente el otro día que pusimos el banner con fotos de nuestro soldadito, una señora se paró hizo gestos y se persigno. La verdad que nos reímos. Otra nos quiso escrachar en sus redes diciendo que la forma era una barbaridad, nos etiqueto en diversas publicaciones, en lugar de tomarlo como un ataque o insulto lo vimos como publicidad gratis", señalaron.

¿Quién pide más el soldadito? "Desde que el local está abierto, observamos más hombres comprando que mujeres, ya que suelen venir en grupos y hacerse bromas entre ellos", cerraron.

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